RECURSOS


Si tus hijos están creciendo  

 

y necesitas nuevas herramientas para educarlos, disfrutarás de

este libro. En él encontrarás lo que Albert Alegre ha aprendido

en veinte años de estudio, investigación, y práctica diaria con

familias, y con sus propios hijos.

 

 

Nuevo curso en Barcelona del Dr. Alegre 

 

LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DE LOS HIJOS (Y DE LOS PADRES)

 

 

La inteligencia emocional es un conjunto de habilidades

que, de acuerdo con las investigaciones más avanzadas,

es extremadamente importante para que los niños y

adolescentes vayan bien en la escuela, tengan buenos

amigos y disfruten con sus compañeros del colegio.

Es la base de su futuro éxito en la vida.

 

 

FECHA Y HORARIO DEL CURSO

Miércoles 17,24 y 31 de Mayo de 2017  

De 19:30h a 21:30h

 

APRENDERÁS:

Qué es la inteligencia emocional y que pueden hacer los

padres/madres para ayudar a sus hijos/hijas/hijas a desarrollarla.

Formas positivas de educar a tus hijos/hijas que le permitirán

desarrollar su inteligencia emocional.

Formas de conectar con tus hijos/hijas tanto si son pequeños como

adolescentes, de forma que mantengas un vínculo afectivo fuerte

Cómo hacer que en la familia todo el mundo se apoye

Cómo hacer reuniones familiares

Cómo escuchar a tus hijos/hijas para que quieran hablar contigo

Cómo hablarles para que quieran escucharte

Cómo conseguir que tus hijos/hijas cooperen y sean responsables

sin necesidad de utilizar castigos, amenazas, o gritos.

Cómo conseguir que te hagan caso sin nunca jamás necesitar dar un

cachete o una bofetada o ningún otro tipo de violencia física o verbal.

Cómo resolver los conflictos entre miembros de la familia

 

Sesión 1

Qué es la Inteligencia Emocional

Importancia de la Inteligencia Emocional

La cooperación como a vía hacia la Inteligencia Emocional

Cómo aprender a cooperar y cómo fomentar la cooperación

Tomar decisiones juntos

 

Sesión 2

Cómo comunicar efectivamente: Aprender a Escuchar

Cómo comunicar efectivamente: Aprender a Liderar

 

Sesión 3

Disciplina Emocionalmente Inteligente

Resolviendo conflictos

Auto-estima y auto-confianza

 

CONSEGUIRÁS 

Tener una buena relación con tus hijos/hijas, tanto si son pequeños

como si son adolescentes. Gozar de armonía en la casa. Llevarte bien

con tu pareja. Y ayudar a tus hijos/hijas a desarrollar su inteligencia

emocional y a crecer responsables, honestos, generosos, capaces de

dialogar, capaces de cooperar y de trabajar en equipo, dejando buena

impresión allí donde van, capaces de tener relaciones sociales

positivas, y felices consigo mismos.

 

INSTRUCTOR: Dr. Albert Alegre es experto en inteligencia emocional,

autor de los libros “La inteligencia Emocional de los Niños: Estrategias

para Padres” (en prensa) y “Los Malos Jefes: Cómo Progresar a Pesar de

Ellos Utilizando la Inteligencia Emocional (ambos en Ediciones

Pirámide). Ha enseñado a padres, maestros y líderes, formas prácticas

de ayudar a niños/adolescentes, empleados y directivos a desarrollar

su IE y a incrementar su rendimiento. Es licenciado en Educación,

Ciencias Económicas. Máster en Psicología Evolutiva. Doctor en

Desarrollo Humano.

 

 

 

INFO:

Coste del curso: 60,00€

Inscripción: Llamar al teléfono 631.60.30.66

Email: merchalbert@hotmail.com

Este workshop se realizará en Barcelona ciudad.

Para más información ponte en Contacto con nosotros

Artículos para el blog

¿Qués es la Inteligencia Emocional?

Ha habido mucha discusión en el mundo científico sobre el significado del término inteligencia emocional, e incluso sobre si la inteligencia emocional existe realmente o es sólo un nuevo reenvasado de viejos rasgos psicológicos bien establecidos.

Está claro ahora, después de años de investigación y debates, que hay dos tipos de inteligencia emocional: uno está relacionado con la capacidad de procesar y utilizar la información emocional y, por tanto, está conectado de alguna manera a la capacidad general de la persona para procesar y utilizar todo tipo de información, lo que normalmente llamamos inteligencia general. El segundo se relaciona con un conglomerado de rasgos de la personalidad. Las personas con una personalidad emocionalmente inteligente tienden a responder a las situaciones, eventos y retos con carga emocional de manera eficaz y positiva.

Así, usted puede ser inteligente emocionalmente porque sabe cómo procesar la información emocional, razonar con ese tipo de información y utilizarla de manera beneficiosa para usted, o puede ser emocionalmente inteligente porque tiene una personalidad que sabe intuitivamente cómo responder a las emociones involucradas en casi todas las interacciones humanas. Por supuesto, usted puede disfrutar de los dos tipos de inteligencia emocional, lo que probablemente es lo mejor.

Básicamente, la inteligencia emocional puede afectar a dos grandes áreas: nuestras propias emociones y las emociones de los demás. En relación con nuestras emociones, podemos tener conocimiento acerca de nuestras emociones, ser capaces de identificarlas cuando las experimentamos, y entenderlas, regularlas, y expresarlas de una forma socialmente apropiadas. En relación con los demás, podemos ser capaces de identificar la emociones que otras personas están experimentando, y de entender y responder a ellas de manera socialmente eficaces.

La investigación que he hecho y la investigación de muchos otros me han convencido de que hay cinco dimensiones emocionales principales que son esenciales para tener éxito en muchos esfuerzos. Tres son habilidades emocionales, y los otros dos son rasgos emocionales. Las habilidades emocionales son la capacidad de comprender las emociones, la capacidad de regularlas, y la capacidad de expresarse en formas socialmente eficaces. Los dos rasgos son un sentido positivo de sí mismo, incluyendo un sentido de autocompetencia, de autoestima, y de autoeficacia, y un alto nivel de motivación intrínseca.

En cualquier caso, un aspecto importante de la inteligencia emocional es que puede ser desarrollada y mejorada con el tiempo. Esto no quiere decir que es fácil, pero puede hacerse. Por un lado, podemos aprender más acerca de las emociones, cuándo aparecen, qué significan y cómo utilizarlas de manera beneficiosa. Por otro lado, podemos practicar formas positivas de reaccionar a las situaciones con carga emocional, para que cuando nos veamos obligados a enfrentarnos a esas situaciones en la vida real, respondamos en la forma que ahora sabemos es más beneficiosa para nosotros y para todos los involucrados. Podemos mejorar la visión que tenemos de nosotros mismos, y sin duda podemos encontrar maneras de aumentar nuestra motivación para alcanzar nuestros objetivos.

Si alguna vez ha visto la película "El señor de los anillos: El retorno del rey", quizá recuerde la última batalla en la que Aragón da un discurso a sus soldados antes de morir en la lucha. Aragón sabe que sus soldados tienen que combatir con rabia, esperanza y compromiso si quieren ganar, y él no logra este objetivo proporcionando a los soldados datos sobre el número de soldados en cada lado, las armas disponibles, o las razones para la guerra, sino con un discurso muy cargado de emociones sobre el tiempo de los hombres. Esta es la mejor expresión de inteligencia emocional.

Eres realmente inteligente emocionalmente o te crees que lo eres?

 

Hay dos formas de medir la inteligencia emocional de una persona: Una es plantearle una serie de tareas emocionales que deben ser resueltas y ver qué tal se desempeña. Por ejemplo, los expertos le muestran fotografías de diferentes caras y miden hasta qué punto es capaz de reconocer la emoción que expresan, o le muestran unas viñetas con una historia que plantea un problema emocional y le piden que lo resuelva. Es como un examen, pero da una medida bastante clara de las habilidades   emocionales de la persona. La segunda es pedirle que él o ella misma evalúe el grado de habilidad que tienen para manejar emociones. Por ejemplo, los cuestionarios preguntan a los que los responden hasta qué punto se saben calmar cuando se enfadan, o saben reconocer los sentimientos de otras personas. Por supuesto, nuestra opinión acerca de nuestra habilidad, y nuestra habilidad real pueden ser dos cosas muy diferentes. Este tipo de cuestionarios no miden la habilidad real sino nuestra opinión acerca de nuestra habilidad.

La primera forma de medición es útil para conocer la inteligencia emocional real de las personas. Esta inteligencia emocional está hasta cierto punto relacionada con la inteligencia general. La inteligencia general es la capacidad de procesar información y usarla de forma eficaz. La inteligencia emocional es la capacidad de procesar información emocional y usarla de forma eficaz. Se ve claro que las dos formas de inteligencia están conectadas. Por tanto, hasta qué punto podemos identificar emociones, entenderlas, o regularlas está de alguna forma ligado a nuestra inteligencia general.

El segundo tipo de medición funciona para medir las creencias de autoeficacia de la inteligencia emocional de las personas. Lo que creemos acerca del nivel de nuestra inteligencia emocional está hasta cierto punto relacionado con nuestros rasgos de personalidad y tendencias naturales, y por tanto con nuestra personalidad. En consecuencia, podemos tomar las creencias de autoeficacia de nuestra inteligencia emocional como una medida de una personalidad emocionalmente inteligente.

Lo más interesante es que tan positivo es ser emocionalmente inteligente como creérselo. De hecho, los estudios muestran más a menudo efectos positivos de las creencias de autoeficacia de la inteligencia emocional que de la inteligencia emocional real. Eso no es tan sorprendente como parece. Hace ya bastantes años que un famoso psicólogo llamado Albert Bandura demostró que creer que se es bueno en algo predice más fuertemente el éxito futuro en esa área de actividad que la habilidad real. Por ejemplo, en diferentes estudios, los investigadores han observado que los adolescentes que creen ser buenos en matemáticas, pero que no lo son tanto como se creen, se desempeñan mejor cuando se les presentan nuevos problemas matemáticos, que sus compañeros que creen ser malos, a pesar de que en realidad tienen el mismo nivel de conocimiento matemático que el primer grupo. Bandura llamó a eso creencias de autoeficacia, y existen en todos los campos de la actividad humana. Por tanto, no es sorprendente que creerse inteligente emocionalmente sea tan o más beneficioso para lidiar con situaciones emocionales que ser de verdad inteligente emocionalmente.

Si crees que eres bueno con las emociones, que eres asertivo, que tienes empatía, que haces amigos con facilidad, y que sabes cómo regular tu propia tristeza o rabia, mejor para ti. Te esperan experiencias muy positivas en tu vida. Pero, si no es así, la buena noticia es que puedes aprender a desarrollar esas habilidades y aumentar tu inteligencia emocional y tus creencias de autoefcicacia. Y estoy seguro, aunque no he encontrado ninguna investigación que lo estudie, que ser emocionalmente inteligente y al mismo tiempo creérselo es el mejor de los dos mundos.